Autoridad, reputación, popularidad e influencia
Con el objeto de desambiguar estos cuatro conceptos, que a menudo se confunden generando malas decisiones estratégicas, muy sintéticamente los definiremos, señalaremos sus características y por último nos centraremos en sus posibles vínculos.
Las cuatro son condiciones que pueden poseer las identidades de cualquier tipo (personales, de marca, de grupo, de lugar, etc.), en cualquier ámbito (social no mediado, socialmediático).
También cabe aclarar que estas cuatro condiciones, podrán ser más o menos transversales o múltiples, pero nunca serán universales. Con esto quiero decir que una identidad podrá tener autoridad, reputación, popularidad y/o influencia en uno o varios campos, y que estos campos podrán ser más o menos amplios y podrán o no tener vínculos entre ellos, pero ninguna identidad puede ser una autoridad, tener reputación o influencia en todo, como tampoco puede ser absolutamente popular, popular para todos.
Autoridad.
La autoridad es la condición que posee una identidad cuando es validada verticalmente.
Si una identidad que se desarrolla, por ejemplo, en el campo de la astronomía, exhibe un alto nivel académico (corporeizado en la calidad de su producción, doctorados, nombramientos, publicaciones, etc.), y/o es validado por el flujo social con pares (que a su vez poseen autoridad específica), decimos que esa identidad, dentro de ese campo, tiene autoridad.
Reputación.
La reputación es la condición que posee una identidad cuando es validada horizontalmente.
Esto significa que la reputación de una identidad, es creada por otras identidades comunes, sin autoridad específica.
La reputación, de forma diferencial a la autoridad, posee valencia: una identidad puede tener buena reputación, mala reputación o reputación ambigua (la reputación de un economista neoliberal dentro de grupos de derecha y de izquierda, puede no ser la misma).
La propia validación horizontal, social, por la que termina conformándose la reputación, es lo que la transforma en una condición mucho más compleja que la primera: la reputación de una identidad es el decantado dinámico de los valores que un grupo desestructurado y no estandarizado otorga a dicha identidad.
Popularidad.
La popularidad es la condición que posee una identidad cuando está vinculada a una gran cantidad de otras identidades.
Si bien es la condición más cuantitativa de las 4, hay dos elementos que conviene señalar:
a. cuando hablamos de “vinculada a gran cantidad de otras identidades”, lo hacemos en términos relativos: si existe el grupo de compradores de tomógrafos, representado por los 8 directores de hospitales capaces de semejante compra, y una identidad está conectada y mantiene vínculos con sólo estas 8 identidades, podemos decir que es popular en ese campo, aunque sólo posea 8 conexiones
b. la dimensión cualitativa (calidad de los vínculos, sumada a la cantidad) puede formar parte de la popularidad, de hecho es mejoradora, potenciadora de la misma.
Influencia.
La influencia es la condición que posee una identidad cuando ejerce cierto poder o dominio sobre su grafo.
Es una condición muy compleja de determinar, puesto que se comprueba a nivel de proceso de interacción y no de característica constitutiva.
Es imposible determinar si una identidad es o no influyente, aislándola de su red de vínculos y haciendo foco sólo en sus datos identitarios.
La influencia puede darse en torno del eje de la acción (la identidad influyente motiva que otros hagan algo), el eje conceptual (el influyente inserta valores o pensamientos adoptados luego por la comunidad) o el eje relacional (la identidad que influye reconfigura una comunidad en sus dinámicas).
Por último algunas ideas que combinan estas cuatro condiciones:
1. Una identidad puede presentar más de una condición, inclusive las 4, de forma independiente para uno o varios campos en los que se desarrolle (puedo ser una autoridad, no ser popular y tener influencia, o puedo no ser una autoridad, tener mala reputación y ser muy popular, o puedo ser una autoridad en un campo, tener mala reputación en otro y ser popular en un tercero, y así hasta casi el infinito)
2. Popularidad no significa ni autoridad, ni reputación ni mucho menos influencia. Parecerá mentira sobretodo ahora que las hemos desambiguado, pero hay una legión de personas creyendo que alguien popular es casi necesariamente alguien poderoso
3. La popularidad pura tiene más que ver con la relación canal/contenido de esa identidad, que con cuestiones intrínsecas a ella misma (es más fácil conseguir seguidores distribuyendo contenido interesante, que diciendo en la bio que tenemos un master en contenido interesante)
4. Cuanto más horizontal la popularidad, menos posibilidad de ser influyente de forma vertical (a la hora de querer vender un desodorante, en principio más valioso que alquilen con 1 millón de amigos, es alguien con 800 amigos con olor a transpiración)
5. Las identidades con autoridad y sin popularidad, a menudo difunden su contenido gracias a las identidades con determinada reputación (la autoridad muchas veces oficia de fuente, en la que abrevan quienes saben menos pero se dedican)
6. La autoridad potencia más la influencia que la reputación y la popularidad (“lo cierto” es más cierto si lo dice alguien “que sabe”)
7. Ahora que vimos que la influencia se comprueba a nivel de proceso de interacción entre el influyente y el influído (es decir que hay que hacer un seguimiento particular), ¿Creés que alguna herramienta automática puede determinar cuán influyente es una identidad y reducirlo a un número?
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