Estoy ahora mismo -cierto que más lentamente de lo que me gustaría- desarrollando un proyecto llamado Bypass Bazaar, que consiste en la creación de un framework creativo. Uno de los objetivos del mismo es reflexionar sobre los procesos de ideación y sobre cómo desplegar una contra-ingeniería de nuestra innata capacidad de reconocer (y repetir) patrones.
Sé que esto que voy a decir no es algo nuevo: no sólo es algo sobre lo que muchos se han expresado antes, sino que es algo sobre lo que de una u otra forma ya había escrito aquí mismo (Escenas absulaes en la vida de un comunicador y Nulo aprecio por las ideas). Esta reiteración está motivada por la incredulidad que me despierta el desdén efectivo hacia el pensamiento estratégico: me resulta difícil de creer que exista tanta gente desconfiada o hasta contraria al hecho de pensar antes de ponerse a hacer.
Recent Comments