Fractalogue – Transmedia Story-telling

Transmedia: para crear un universo en lugar de sólo una historia

Qué es.

Podemos definir transmedia story-telling como una estrategia narrativa que transversaliza varios medios; esto es, una forma de contar algo que reparte la totalidad del contenido, en canales de naturaleza diferente.

Entonces al escuchar esto, llega alguien y dice: “bah, un palabro rebuscado para rebautizar el plan de medios de toda la vida”, y alguien próximo, envalentonado -y notoriamente contrariado- añade: “otro más de esos términos que pronuncian estos gurús para seguir diciendo nada”.

Y es este caso, me voy a permitir disentir con ambos: cuando hablamos de transmedia story-telling, no hablamos de campaña, no estamos en el nivel general de la estrategia de medios para una campaña, sino al nivel de la estructura de un contenido. Y al segundo señor, le diría: comparto decidida y desinhibidamente su desprecio por los gurús (de hecho, ¿por qué no ideamos una forma de sacárnoslos de encima?), pero este concepto es bastante más que puro humo.

 

Por qué nace.

Para comprender algo en profundidad, siempre es conveniente interrogar sobre su origen; entonces, ¿de dónde viene la “narrativa transmediática“?

En mi opinión su origen puede explicarse desde dos puntos de vista diferentes y complementarios: uno de ellos es la necesidad de interesar, construir y sostener a la audiencia (cuantos más contenidos producidos, más contenidos ignorados), y el otro una necesidad de mercado.

El primer punto habla de un mundo, el actual, de una enorme, múltiple y agresiva competencia en materia de contenidos: en el pasado sólo los productores de contenido eran quienes los generaban, pero hoy esto lo hacemos todos, independientemente de nuestra función y de nuestra industria (sin necesidad de ponerme radical, no exagero ni un poco si les digo que la identidad misma hoy es contenido).

Es lógico suponer que quien crea un contenido quiere que otros lo experimenten, por lo que debe generar interés en torno de él, con lo que termina construyendo una audiencia, y de no ser ese contenido lo último que haga en su vida, dicha audiencia debería sostenerse en el tiempo.

Lo que ese productor necesita entonces, es construir vínculos con otros, eso que algunos llaman “engagement“, y que en nuestro maravilloso idioma podemos denominar “vinculación”. Veremos en un minuto cómo la narrativa transmediática nos ayuda a conseguir precisamente esto.

El segundo punto, ese que definíamos como una necesidad de mercado, refiere a que la propia estructura de las actuales compañías de la industria del entretenimiento tienen forma de multimedio.

Es normal encontrarnos con estudios cinematográficos que posean canales de televisión, editoriales gráficas, compañías discográficas, productoras de contenido interactivo, etcétera.

En estos entornos, un producto transmedia es estructuralmente idóneo para rodear al público desde variedad de canales, envolviéndolo holísticamente. Entonces, franquicias como Matrix, Harry Potter, Star Wars o Batman, no sólo alimentan a todos los canales del grupo, sino que con cada canal el grupo potencia la franquicia.

Otra derivación interesante que permite la narrativa transmediática y que sigue atendiendo a cuestiones de mercado, es la posibilidad de expansión de públicos objetivos. Un contenido transmediático, me puede posibilitar por ejemplo, llevar un target sensible al cine, al universo de los video juegos (esto exactamente hizo la cadena ABC en Estados Unidos -controlada por Disney- con su serie televisiva Desperate Housewives, con cuyo contenido produjo un video juego de simulación distribuido por otro canal de The Walt Disney Company: Buena Vista Games).

 

Cómo entender la transmedia story-telling.

La narrativa transmediática es esencialmente una forma contar, y como toda forma, tiene sus características (me odiaría a mí mismo si dijera “reglas”).

Las más recurrentes, son:

1- El contenido total se encuentra distribuido por diferentes canales, lo que en absoluto significa duplicado, sino que lo que cuente aquí (en un cómic o en un documental) será complementario de lo que cuente allí (en un video juego, una serie de televisión, perfiles sociales, etcétera).

2- Cada canal transmite una pieza de contenido “autoportante”, que se entiende por sí mismo, sin necesidad de experimentar todos los demás canales para que la narración cobre sentido. Esto es importante: una obra de la narrativa transmediática no es un puzzle que le demanda al público salir a reunir todos los segmentos por ahí para enterarse de qué va, sino un verdadero ambiente narrativo que termina rodeándolo.

3- Los guiones transmediáticos son más que historias, universos completos y complejos donde dichas historias tienen lugar.

El Señor de los Anillos, es un producto transmedia cuyo universo total se experimenta con el novela original, más la trilogía cinematográfica, más los juegos de estrategia, más los juegos de rol, más los video juegos. Como dijéramos, cada uno es consistente en sí mismo, pero en cada pieza hay elementos que no hay en las otras.

La narrativa transmediática es una dinámica en pleno desarrollo, y todo parece indicar que nos encontraremos con cada vez más contenidos de este tipo.

Para la industria del entretenimiento -y no de forma excluyente este ámbito- es muy conveniente la generación de franquicias, no por la simple continuidad de sus historias en sagas, sino por la fortísima vinculación que logra entre las audiencias y sus contenidos.

 

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