La opción generativa

la opción generativa - Ernesto Alegre

La gráfica generativa, al igual que sucede con cualquiera de sus primas de modalidad
(la música, los motion graphics o las piezas de diseño en 3 dimensiones), nos posibilita un acercamiento “divino” al acto creativo.
Si bien es tradicional -y sumamente tóxica a la vez- la relación entre creatividad y creación (esta última en términos religiosos), la forma generativa de producción conlleva crear primero algo para que ese algo a su vez cree otra cosa, que es el producto final.
Esa relación tradicional entre creatividad y creación es probablemente la mayor culpable de la idea de que “sólo la persona especial” o tocada por alguna mano angélica es creativa, y pensada en estos términos de superioridad de la persona generadora, por supuesto no es más que una estupidez. Creativaes toda persona por el solo hecho de serlo, no lo son solo algunos elegidos.
El entrecomillado inicial de la palabra divino señalaba una broma, pero permítanme seguir un poco por ahí.
Imaginemos por un momento que Dios existe y que se justifica escribir su nombre con de mayúscula.
Imaginemos que asume que todo lo que hay es creación suya; por poner un ejemplo, ese niño de 5 años que ahora está dibujando en su casa, esa ola que está a punto de retirarse de una playa de la Patagonia o ese viento que sopla entre unas montañas en Mongolia.
Imaginemos  que el niño termina su dibujo, que la ola se retira al fin  de la playa y que el viento -cientos de miles de años más tarde- cambia la forma de unas rocas. Y que Dios contempla todos esto.
Al ver el dibujo sobre la mesa, la impresión de espuma sobre la arena y las piedras redondeadas, es posible que sienta una combinación de sorpresa y de satisfacción por el trabajo realizado a la vez.
Satisfacción porque en cierta forma lo hizo él a través de su propia creación, puesto que el niño, la ola y el viento son obra suya , y sorpresa porque no es menos cierto que de forma directa él no produjo ni un dibujo, ni formas de espuma ni piedras suavizadas.
Pues esto mismo es lo que le sucede a quien produce generativamente: crea primero una fórmula, un algoritmo o un dispositivo que a su vez es el encargado de producir la pieza final.
Se puede decir que lo hizo él, pero a través de otra criatura…

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