Persona e instante

La muerte de una persona puede llevar minutos, horas, días, meses o años (como perfectamente puede llevar toda una vida), pero sucede en un sólo instante. En ese instante es cuando precisamente muere y deja de ser para pasar a “haber sido”.
Con el mismo modelo de escalas, un suceso puede tener como protagonista a una persona, a un pequeño grupo, a uno grande, a una parte o a la totalidad de la sociedad. Pero es siempre una persona la que le pone rostro a ese suceso o quien presiona el gatillo, sea este inicial o final.
Por todo esto, nada más crucial que esa persona en ese instante…