Ya no hay gente

ya no hay gente, por ernesto alegre

De más está aclarar que no estoy autorizado a tener teorías sociológicas.
Como de más está decir que para tener teorías, del tipo que sean, no hace falta estar autorizado.
Gracias a esta segunda cosa que está de más aclarar, aquí va una teoría de porqué las encuestadoras fallan tanto últimamente en sus números.
El método estadístico, como toda forma de medida, genera -aún antes de definir la muestra, la metodología, etc.-, una noción del objeto a medir.
De esta forma, quien quiere medir la longitud de algo, aún sin reflexionar demasiado en esto, cuenta con la noción de “largo”, y de que las cosas tienen un largo. Luego posee las magnitudes lineales y los instrumentos apropiados para definirlas.
De igual manera, quien quiere medir la capacidad de una cosa, sabe que lo que terminará mensurando, será un objeto tridimensional. Paralelamente al caso anterior, cuenta con magnitudes cúbicas y sus respectivos instrumentos.
Supongamos ahora que alguien que quiere medir la circunferencia de un círculo, al ponerse hacerlo, se encuentra con que el mismo devino en un triángulo; ¿qué haría?, ¿mediría su perímetro y seguiría llamándolo circunferencia?
¿Qué pasaría si a la hora de medir cuántos litros tiene una masa de agua, esta se evaporara y expandiera en una gran y sutil nube de vapor? ¿Le seguirían sirviendo los mismos instrumentos?

Algo así les pasó a las consultoras y encuestadoras: salieron a medir a la gente (entendida como masa), y se encontraron con una enorme red de personas individuales. La gente ya no estaba, el objeto de medición había cambiado.
Dentro de la lógica de la sociedad de masas, era mucho más sencillo hacer una extrapolación entre la muestra y la totalidad: la relación de representatividad entre 100 personas y 10 millones, por ejemplo, era más directa.
O lo que es lo mismo: dentro de la masa, las personas se parecen mucho más.
Pero si comenzamos a pensar a las nuevas sociedades como redes de individuos, personas con identidad social mucho más contrastada que en el pasado, la muestra, entendida como antes, ya no es tan representativa, y por lo tanto no sirve.
Es como obstinarse en medir la masa de agua, cuando lo que tenemos entre manos es una nube de vapor.

Post a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *