Lo que une es la experiencia

La experiencia, morfológicamente definible como algo que te rodea, que te incluye, que te engulle y se deja respirar, por naturaleza abrazará y se hará más patente y más presente para dos o más personas que la compartan, que otros elementos que pudieran darse en varios individuos.

La experiencia une a dos desconocidos más que la clase, que la profesión, que la nacionalidad, que los intereses, que la identidad sexual, que el género, que la capacidad y que la raza.

Una persona sola en Moscú comprende al solitario de Brooklyn mejor que su vecino sociable del piso de arriba. Mejor que su propio hermano feliz con su mujer, sus dos hijos y su perro.
Si un ajedrecista se siente par de otro ajedrecista, es más por haber pasado por el jaque, la burla del otro y el descubrimiento del sendero feliz para su reina, que por el gusto y el oficio.

Nos parecemos a quienes pasaron por cosas parecidas a nosotros…