Volver a tocar y la tela de araña
Una tela de araña es una estructura compleja.
No sólo lo es en términos morfológicos, sino de materiales, emplazamiento, oportunidad y funcionalidad.
Es similar en todo esto a un guante de buena calidad; de hecho ambas son herramientas para asir cosas con elegancia.
Pero lo más acertado de la metáfora reside en el sentido de la singularidad: no en vano decimos “como un guante” cuando algo calza o se adapta a la perfección a algo.
Las telas de araña son y están dónde, cuándo, cómo y por qué de una sola y precisa manera. Una misma tela de araña se da sólo en un lugar y una oportunidad.
Cuando dicha oportunidad cambia, se necesita otra tela.
Volver a tocar en una banda que interrumpió toda su actividad hace mucho tiempo, equivale a desmontar una tela de araña de un rincón (para hacerlo sencillo, porque podría decir “de un rosal”), para volver a montarla en otro.
¿Trastocaré su estructura en el viaje?, ¿degradaré sus materiales?, ¿tendrá sentido el nuevo emplazamiento?, ¿será el momento apropiado?, ¿seguirá siendo funcional en su nuevo destino?
En la valoración de la complejidad del proyecto, tampoco se debe pasar por alto la amenaza de la propia araña -la autora del original- sintiéndose en riesgo e inclinada por esto a atacarnos.
Y aquí se suma otra metáfora: la araña representando la amenaza de resultar patético, de concluir en un proyecto gratuito, innecesario.
Decía recién que ésta es la autora, la arquitecta e ingeniera de la tela.
En el caso de una banda creo que quien la construye es más la oportunidad, entendida como el nexo de muchos elementos, que quienes tocan en ella.
Si la idea de oportunidad no es respetada, si no se logra generar o atender una, la araña se nos vendrá encima, nos morderá y -como suele hacerlo con sus presas- nos devorará sorbiéndonos y vaciándonos.
¿Si es un proyecto fascinante volver a tocar? Claro, siempre, pero de sencillo, nada de nada…
2 Comments
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ernesto alegre
Razón como siempre usted lleva y prodiga, excelencia…
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visconde visco
Nunca nuevas telas de araña hechas de retazos del pasado,fueron buenas. Dejemoslas como estan, intactas,esplendias,hermosamente lugubres en algun lugar de nuestra boveda de recuerdos.
El visconde visco