poca gente en el confesionario

Mierda, juré que no me metería en Facebook hasta que no abrieran un Dreambook o algo por el estilo.

Pero <ironía> gracias a Moses </ironía> he recuperado mi antiguo empleo: el de confesor en Facebook.

Aparentemente los usuarios no sienten demasiada culpa hoy sábado, por lo que estoy más que ocioso dentro de este confesionario. Hay días en que se juntan unos 2 o 3 millones de personas en una cola y tardo entre 33 y 34 años en confesar a todo el mundo.

Según aquello que me confiesen, les digo: “acepta la nueva política de privacidad 5 veces”, “borra todas las fotos que te muestren tal cual eres; a nadie le importa eso” o “ve y toca el botón “me gusta” del perfil de Dios unas 25 veces”.

Quienes me resultan inconfesables son los condenados “community managers” que están siempre detrás de las marcas. El otro día, sólo porque estaba totalmente perdido, entra en el confesionario uno de ellos y se dio el siguiente diálogo:

yo: “Dime, te escucho”

community manager: “Toma Coca Cola”

yo: “¿Hay algo que te pese y quieras confesarme?”

community manager: “¡Fantástico! nos encanta escucharte, has ganado una lata gratis de Coca light!!!”

yo: “… creo que… dime por qué has venido, te escucho…”

community manager: “http://bit.ly/90bu9D

Cuando me asomé por la pequeña ventana, no había nadie…

 

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